jueves, 28 de abril de 2016

Los palmazos NO educan

Según un nuevo estudio, los palmazos pueden causar problemas mentales de por vida en los niños

Para algunos, el palmazo o nalgada ha sido durante mucho tiempo la forma de castigar a niños desobedientes. De acuerdo con un informe del 2014 de la UNICEF, hasta el 80 por ciento de todos los padres de todo el mundo da palmazos a sus hijos. Sin embargo, un nuevo estudio confirmó que los palmazos son contraproducentes, y cuánto más palmadas reciba un niño, más probabilidades hay de que desafíe a sus padres.
 
El estudio de la Universidad de Texas en Austin (UTA) y la Universidad de Michigan fue publicado en la edición de abril del "Journal of Family Psychology" (diario de psicología familiar), y analizó 50 años de datos de más de 160.000 niños. Elizabeth Gershoff, co-autora del estudio y profesora asociada de desarrollo humano y ciencias de la familia en la UTA, explicó que el estudio se limitó a los efectos de palmazos en general, y no a comportamientos potencialmente abusivos*. En este estudio, el palmazo se define como "un golpe con la mano abierta en el trasero o las extremidades".

Se concluyó que los palmazos también puede causar problemas sociales y de desarrollo para toda la vida. El estudio encontró que a medida que la cantidad de golpes aumenta, también lo hace la probabilidad de un mayor comportamiento antisocial, agresividad, problemas de salud mental y dificultades cognitivas. Gershoff explica: "Encontramos que los azotes se asocian con resultados perjudiciales, no deseados, y no se asocian con una mayor obediencia inmediata o a largo plazo (algo que buscan los padres cuando "disciplinan" a sus hijos así)". Básicamente, las nalgadas no funcionan, afirma el estudio.

"Nosotros, como sociedad, pensamos que el palmazo y el abuso físico son conductas diferentes." dijo Gershoff. "Sin embargo, nuestra investigación muestra que los palmazos se vinculan con los mismos resultados negativos que el abuso, sólo que a un grado ligeramente menor. Esperamos que nuestro estudio pueda ayudar a educar a los padres sobre los daños potenciales de los palmazos y los impulse a probar formas positivas y no punitivas de disciplina." Gershoff fue co-autora del estudio junto a Andrew Grogan-Kaylor, profesor asociado de trabajo social en la Universidad de Michigan.

*Aclaración: En esta página consideramos que una nalgada o palmazo si ES abuso. 

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